En 1939, al comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, ante el inminente peligro de la invasión nazi el Ministerio de
Información del gobierno británico encargó el diseño de slogans con objeto de
animar a los ciudadanos a resistir.
Los diseños debían de ser
simples, con una tipografía clara y elegante y la corona del Rey Jorge VI simbolizando su apoyo.
Se produjeron tres slogans: “Your courage, Your cheerfulness, your
resolution will bring us victory”
(“tu coraje, tu alegría, tu resolución nos darán la victoria”), “Freedom is in peril defend it with all
your might” (“La libertad está en peligro defiéndela con toda tu fuerza”)
y el hoy en día archiconocido “Keep calm
and carry on” (“mantén la calma y continua”).
Los dos primeros
se estamparon en carteles que se dispusieron por todo el país, sin embargo el
que nos ocupa nunca fue usado. Se realizaron unos 2,5 millones de copias, pero
según parece se reservaron para usarlos si la invasión se concretaba.
Finalmente los
alemanes no consiguieron doblegar la resistencia británica, por lo que fueron
destruidos tras la guerra y, los pocos que corrieron mejor suerte, fueron
olvidados durante más de medio siglo.
En el año 2000 Stuart Manley desempaquetaba
una caja de libros que acababa de adquirir para Barter Books, tienda de libros de segunda mano de Alnwick, al noroeste de Inglaterra, cuando apareció un
ejemplar. “Al principio no me di cuenta
de su trascendencia pero sí sentí una atracción especial. A Mary, mi mujer,
también le gusto así que lo enmarcamos y lo colgamos en la tienda. Como
los clientes comenzaron a querer comprarlo decidimos hacer reproducciones y,
poco a poco, se fue haciendo popular”.
Cinco años después un suplemento del periódico The Guardian lo destacará como uno de sus diez elementos favoritos disparando, aún más, su fama. “Me di cuenta de que se había convertido en un icono cuando comencé a verlo en televisión, en capítulos de dibujos animados, en las películas, o en tiendas de cualquier lugar del mundo cuando viajaba de vacaciones”, relata Stuart. El resto se explica por sí mismo. El boca a boca (cada vez más poderoso e inmediato con las redes sociales) ha hecho que a día de hoy sea un nuevo icono social.
Cinco años después un suplemento del periódico The Guardian lo destacará como uno de sus diez elementos favoritos disparando, aún más, su fama. “Me di cuenta de que se había convertido en un icono cuando comencé a verlo en televisión, en capítulos de dibujos animados, en las películas, o en tiendas de cualquier lugar del mundo cuando viajaba de vacaciones”, relata Stuart. El resto se explica por sí mismo. El boca a boca (cada vez más poderoso e inmediato con las redes sociales) ha hecho que a día de hoy sea un nuevo icono social.