lunes, 13 de abril de 2015

¿Sabías que el primer semáforo de la historia estuvo en Londres?

El semáforo es un instrumento vital para el orden de las ciudades. Sin embargo en los primeros años del siglo pasado cundía el caos en las pistas ante la inexistencia de éste. Las carretas tiradas por caballos y los bisoños automóviles ocasionaban múltiples accidentes, y el paso por las calles se hacía imposible.
El primer semáforo de luces de tránsito que se instaló en la historia, fue en el exterior del parlamento británico de Westminster, Londres; obra del ingeniero J.P. Knight, especialista en señales de ferrocarril. Este aparato empezó a funcionar el 10 de diciembre de 1868 e imitaba a las señales de ferrocarril y sólo usaba las luces de gas rojas y verdes por la noche. Dos zumbidos señalaban que el tráfico que podía avanzar era el de la avenida y un sólo zumbido indicaba que era el tráfico de la calle. 
La propuesta de Knight era usar un sistema de semáforo de brazos, donde un brazo estaba en posición horizontal para indicar "pare", o estaba inclinado para indicar "siga", que es lo que se usa en los trenes. El ingeniero decidió considerar las calles como si fuera una línea principal de trenes y desvíos. En el día, se comenzó a usar el sistema de los brazos, mientras que de noche se instalaron una luz roja (para detenerse) y verde (para avanzar) que eran operadas por un policía.
Las luces funcionaban a gas.  Knight predijo entonces que habría más señales en la ciudad, pero un desastre hizo que sus planes fueran suspendidos abruptamente.
En 1869, una filtración de gas en uno de los focos causó una explosión, que hirió al policía que operaba la luz, dejándolo con quemaduras. El proyecto fue abandonado rápidamente tras este desastre.  
Debido a la proliferación de coches, el 4 de agosto de 1914 se instaló el primer semáforo "moderno" en Estados Unidos, inventado por Garrett Augustus Morgan, gestionaba el tráfico entre la avenida Euclid y la calle 105. Contaba con luces rojas y verdes, colocadas sobre unos soportes con forma de brazo. Además incorporaba un emisor de zumbidos como su antecesor inglés. El sistema cambió pocos años después y se sustituyó el zumbador por una tercera luz de color ámbar. Los primeros semáforos de tres luces aparecieron en 1920 en las calles de Detroit, en semáforos de cuatro direcciones y en Nueva York, donde se pusieron a prueba en la Quinta Avenida.
En 1953 aparecieron los primeros semáforos eléctricos. Ocho años más tarde, en 1961 se introdujo en Berlín, el dispositivo regulaba la circulación de los peatones.